Me acompañan los recuerdos de la infancia
Todo aquello que al partir deje…
Veo una sonrisa después de tantos años en el rostro de mi madre,
Pero, la tristeza de mis ojos no se fue…
Al recorrer lo que fue mi espacio,
La nostalgia me cubrió entre sus brazos
Se hizo presente el llanto…
Y a Dios, en silencio le reclame.
Por haberme arrebatado los juegos de infancia…
El no haber podido estudiar una carrera…
Tener una pareja…pelearme con mis hermanos…
Caerme y seguir brincando y jugando, a cambio
Me dio una vida eterna a su lado.
He recordado aquel día
Cuando mis ojos desfallecieron…
Nunca había visto tanto dolor en los rostros de mis familiares,
En la angustia y desesperación que pasaban mis padres.
Mi cuarto, hasta la fecha esta intacto
Esta como lo deje…
Cada semana mi madre cambia las sabanas,
Y la veo sentada en mi cama, hablándole a aquella foto
Cuando cumplí 6 años de edad y que estoy a lado de un gran pastel.
Me pongo a su lado,
Y acariciando sus cabellos que ahora son blancos…
Le digo susurrándole al oído:
Mamita yo también te extraño…
Siempre estaré contigo,
El señor sabe el porque pasan las cosas
Y me quería a su lado…
Ya no llores, yo estoy bien
Tengo muchos amigos, a los cuales les platico
Que tuve la mejor mama del mundo
La mejor amiga que jamás imagine…
Dile a mi papa, que en las noches ya no este triste
Porque se, que va a llegar el día que estemos todos juntos…
Y de ustedes, jamás me apartare.
Que tristeza para una madre perder a un hijo, es antinatural.
ResponderEliminarY que triste ver a tu familia angustiada, y no poder decir que estas bien, que no se preocupen.
Estan son situaciones en las que no se que decir, nunca encuentro palabras.
Precioso este relato Lorea. Un abrazo
se me hizo un nudo en la garganta
ResponderEliminarprecioso relato lore
te quedo increible